martes, 16 de noviembre de 2010

vestido rojo

En ese tiempo tenía cinco años, vivía en el refugio, conjunto cerrado situado en el barrio la colina, y el número de casa en la que el vivía era dieciséis. Juan Jacobo andaba siempre con los niños del barrio, que eran aproximadamente seis, anqué ellos tuvieran el doble de edad a él le gustaba salir con ellos.  Entre el grupo del barrio corría el rumor de que en la casa número uno, se había muerto una niña a causa de cáncer, y cuando la habían enterrado a ella, le habían puesto su vestido preferido, el cual era de color rojo.
Un día llamaron los sueños de la casa de Juan diciendo que les  daban una semana para desalojar ya que habían vendido la casa donde vivía, como esta era arrendada, ellos no pudieron poner ni un pero para decirles que no la vendieran.
Pero su familia no querían irse del barrio, ya tenían una vida establecida en el lugar y para no salirse de ahí miraron que la casa numero uno la cual quedaba al frente de la de ellos la estaban vendiendo, sin pensarlo se cambiaron a esa casa.
Una tarde, estaban en el parque del barrio, los amigo, con su hermano, lo molestaban a Juan Jacobo, diciéndole que en el cuarto de él se había muerto una niña la cual se llamaba Rolina, y que en las noches ella iba a venir por él para llevárselo al infierno. No soporto mas lo que le esteban diciendo, y se entro a la casa, cuando el entro miro a su mama y a su prima (la cual también vivía con él) muy preocupadas, ellas estaban hablando en la sala,  no sabía por qué era,  aunque le llamo la atención, les fue a preguntar y le dijeron: “tranquilo no es nada son cosas de plata hijito no te preocupes”;fue hacia la cocina y se preparo un vaso de leche con galletas para comer antes de dormir, subió a su cuarto y prendió la televisión para mirar dibujos animados, se puso la pijama para poder entrar en la cama, comerse lo la leche con galletas y dormir.
El siempre tenía una costumbre de dormir con la puerta entre cerrada y de levantarse a la madrugada a tomar un vaso de agua e ir al baño.
Esa misma noche , a las dos de la mañana, se levanto a hacer la rutina, bajo a la cocina, se preparo un vaso con agua y se lo tomo, subió las gradas y fue al baño, cuando regreso al cuarto dejo la puerta abierta y se acostó, pero había algo que no lo dejaba dormir, entre vuela y vuelta en la  cama miro hacia la puerta y de repente en el filo de esta miro la parte trasera de un vestido rojo, de la desesperación comenzó a gritar, su mama corrió a mirar que pasaba, entre lagrimas le conto lo que miro y ella con cada palabra cariñosa lo calmaba, haciendo que se duerma y esa noche ella durmió con él para que Juan Jacobo no se sintiera solo.
Después de quince años, Juan Jacobo recordó lo que había pasado en cierta casa y recordó el momento que su mama y su prima estaban hablando, por curiosidad fue hasta donde su mama y le pregunto sobre que hablaban, su mama miro que ya tenía edad para que sepa lo que paso en esa casa.
Lo que había ocurrido fue similar a lo de Juan Jacobo. Una noche normal, su mama estaba mirado televisión como costumbre, cuando de repente escucho un grito y era el de su sobrina, la fue a ver al cuarto de ella y no estaba, cada vez gritaba más duro, bajo todos los pisos y detrás de la cocina que quedaba un patio ahí se encontraba en un rincón llorando, la mama de Juan Jacobo la calmo y le pidió que le contara lo que le había pasado. Con una voz de yanto le conto que en su sueño miro a la niña de vestido rojo y que ella la llamaba diciendo: “ven, sígueme, vamos al patio, son Rolina y no te voy a hacer nada, tranquila, sígueme”, era tanto el transe de la prima de Juan que ella camino hasta el patio, y de un momento a otro se despertó en el patio. Ya era tanto el miedo que había en la casa que sin dudarlo a la semana se cambiaron para que no los sigan asustando.

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