lunes, 8 de noviembre de 2010

silla de ruedas

Desperté, ya todo era diferente, entre dormido y despierto mire una torre de cajas en mi habitación, haciendo que mi subconsciente crea que es una persona, cerré y volví a abrir los ojos para que esa imagen desapareciera, sonó el despertador, es extraño, es la primera vez que me levanto antes de la alarma, de pronto a de ser por el cambio de horario, eran las seis de la mañana, ya todos en mi casa estaban despiertos, de repente, grita mi padre:”a despertar esteban”, tenía que hacerlo, mi padre es muy estricto, el es coronel de primera fila de las fuerzas armada de california; me senté en el borde de la cama, mi cabeza retumbaba como una orquesta sinfónica, de pronto fue por levantarme muy rápido, camine hacia la ducha, tenía que bañarme con agua fría ya que no habían puesto el tanque de gas, abrí la llave, para que no me hiciera frio salte como loco, cerré la llave, shampo y jabón, la volví a abrir para lavarme, era el chorro más fuerte que había visto, parecía hasta una ducha con hidromasaje, salí de la ducha como sapo, me seque, no sabía que ponerme de ropa, la primera impresión habla mucho de ti, entonces tenía que colocarme la mejor ropa que tenía en el closet, mi hermana entro y me aviso que ya estaba listo el desayuno, baje corriendo, salude a mis padres, como siempre mi mama estaba leyendo la prensa, puesto que a ella le gusta estar muy bien informada, el desayuno era de los que más me gustaba, desayune, me toco dejar lavando el plato por que la empleada no había llegado, fui al garaje para sacar mi carro, un mustang 88, me gusta cuidarlo mucho, esta viejo pero en buena forma, entre al carro, recordé que tenía una cajetilla de malboro en la guantera, la saque para prender un cigarrillo, estaba ansioso así que lo mejor era fumar , estaba haciendo un día soleado, de los arboles caían hojas de color amarillo, rojo y naranja, tuve que preguntar como ocho veces para poder llegar a la universidad , por fin di lugar de ella, es impresionante, cuando entre me sentí en otro mundo, no lo podía creer el campus es gigante, tenía que llegar al auditorio para la inducción de mi carrera, creo que todas las carreras van a estar allá, estaba pasando por la plaza de comidas y habían grupos muy extraños que me miraban raro, no sé por qué era, pero bueno no le di importancia, seguí hacia el auditorio, por todos lados gente extraña, gente que no conocía, me hice al frente para poder mirar bien a las personas que nos van a hablar, a mi lado izquierdo estaba una joven muy linda, le pregunte su nombre: “me llamo Isabela, mucho gusto me llamo esteban”, ella también va a estudiar lo mismo que yo, y a mi izquierda mire a una joven, medio raro , medio curiosidad conocer a esa persona, había un silencio incomodo así que rompí el hielo hablándole a él, preguntando su nombre y dijo:” hola, me llamo Juan Felipe pero me gusta que me digan pipe”, ya tenía personas con quien relacionarme, eso me parece excelente ya no me sentía tan solo como antes.
 Silencio por favor. Todo en el auditorio quedo en mute, mientras comenzaba a hablar la coordinadora de bienestar de la universidad.
Ya me estaba durmiendo, esa charla era lo más aburrido que podía haber, mejor me hubiera hecho en la parte final del auditorio para poderme dormir tranquilamente, no lo hice por hacerme el juicioso el primer día de clase.
Por fin salimos de esa conferencia, Isabela me enseño toda la universidad, era impresionante todo lo que tenia, canchas de todo estilo, piscinas, centros de arte, mejor dicho lo que se puedan imaginar que tenga que ver con culturas y deportes.  
Ya eran las doce, fui a un restaurante que es dentro de la universidad que me recomendó Isabela, y si se mira bueno, pero lo mejor es que me di cuenta que estaban sirviendo lo que más me gusta, carne asada, era gigante la porción que me toco a mí, me sirvieron. No sabía donde sentarme,  al fondo encontré una mesa vacía,  mientras caminaba, un grupo de personas me tiraron papeles, me sentía lo más insignificante sin poder hacer nada, seguí como si nada, almorcé y fui a dejar la bandeja, mientras la dejaba una persona me hablo, también era nuevo, me pregunto mi nombre, y él me dijo: “mucho gusto Luis”, el conocía a Isabela, eso era mejor porque ya podía tener grupo con quien estar.
Mientras nos contábamos cosas ,  le pregunte si Isabela tiene novio, se sorprendió, y me dijo: “que ella no te conto “, contarme que, “ ella es lesbiana”, se sorprendió que no me allá contado eso  ella misma, cuando me dijo eso  casi me da un paro, no lo podía creer, pero pues lo tenía que aceptar, eso no creo que influyera en la amistad que íbamos a tener, de un momento a otro apareció Isabela, me sentía un poco raro por lo que me habían contado, pero me dije, eso ha de ser normal después te acostumbraras, me dijo que si la podía llevar a la casa a recoger la moto de ella, obvio eso ni se pregunta le dije, fuimos hacia el parqueadero, y mi carro estaba rayado , por todas partes decía “perdedor”, no entendía a quien le caí mal, no llevo ni un día completo y ya tenía enemigos, ya esto no lo soporte y había un grupo de personas que se reían de mí, por lo que me habían hecho y supuse que fueron ellos, tenía toda la razón, si lo eran, con rabia fui donde ellos, tenía las de perder pero si no hacia algo, me molestarían por el resto de la carrera, ni sabían porque me molestaban, yo me pregunte en que soy bueno para retarlos, y les dije porque no este problema lo arreglamos en la calle, con ánimo y con risa burlona dijeron claro, pero no en carro si no en motocicleta, acá en esta universidad se arreglan así los problemas, pero les dije: “ yo no tengo una motocicleta”. Y uno de ellos dijo: “yo te presto la mía”. Está un poco nervioso pero tenía que aceptar, ya lo había iniciado el problema, tenía que acabarlo. Esta era mi oportunidad de ganar popularidad, aunque no tengo tanta experiencia en motos, me defiendo un poco. Todas la personas que escucharon el reto prendieron sus autos, le dije a Isabela que si otra persona la podía llevar, y salimos  hacia una recta abandonada, llegamos y todavía no sabía quién iba a correr contra mí, de la nada y salió de atrás, un estudiante en una motocicleta de color verde, tenía una  apariencia muy extraña, de esas personas que en el momento menos inesperado se enloquecen, pero bueno ya tenía que enfrentarlo, antes de comenzar entre en mi carro, saque de la gaveta una jeringa, para mi es necesario inyectarme adrenalina en la sangre para así no arrepentirme, ya estaba listo . Las niñas hicieron una línea con aerosol, nos colocamos en posición para arrancar, solo tenía que caer el sostén, rechinaron las llantas, solo pensaba en ganar, entre curva y curva yo iba tomando ventaja, y él se estaba desesperando, de la nada comenzó a patear mi motocicleta, haciendo que los dos terminemos dentro de una casa.
Isabela salió detrás mío, me subió al carro de ella y salimos de ahí, no tenía heridas graves, solo raspados en algunas partes del cuerpo,  solo decía mis padres me van a matar, mis padres me van a matar, cuando llegue a mi casa todo estropeado, entre el carro con sutileza para que nadie se diera cuenta, no funciono la entrada del carro porque no había nadie, subí a mi cuarto para bañarme otra vez y así tapar algunas de mis heridas.
Cuando ya me acabe de bañar me conecte al computador, me hablo Isabela y me conto sobre una fiesta que quería que la acompañe, me aliste para que me recogiera, sonó un pito fuera de la casa y era ella, en el camino me conto sobre la persona contra la que competí, se llama Jonathan, me dijo que tenía antecedentes, es que era notable desde que lo vi parecía, de esas personas de la cárcel que mataban gente.
Llegamos a la fiesta, era en un estadio abandonado, Isabela me presento a Mario, él era el dj que contrataban en las fiestas que hacían, siempre que iniciaban semestre, era para integrarse, pero yo creo que ya me había integrado más de la cuenta, creo que todo mundo me conocía por lo del accidente, parecía una persona famosa, logre que todas las estudiantes me miraran, mientras bailaba se me acerco Mario para que lo acompañara a traer unas cervezas, cuando íbamos a recogerlas, me pregunto si quería participar en los piques que siempre hacen cada año, como me había visto como conduje, le pareció que tenía talento, y le dije “ si, pero no tengo carro y me demoraría en arreglar el mío”, y él me respondió: “ tranquila usa el mío  mientras arreglas el tuyo”, entonces me anime a entrar en los driftys .
Pero Mario durante el viaje me conto que era muy diferente como se corría drifty.
Mario: las carreras aquí son distintas como las corrías en tu ciudad, acá se trata de descender desde lo alto de una montaña, hasta el final de la carretera, pero tienen algo en especial, cada curva debes cogerla derrapando.
Me parecía muy arriesgado hacer esas competencias, pero como recuerdan yo utilizo un liquido como adrenalina en mi cuerpo para poder realizar las carreras que tenía en mi ciudad. Regrese a la fiesta, mire desde la esquina y se miraban luces rojas con azul, me supuse que era la policía y era mejor regresar a mi casa, pero ya era tarde desde antes nos estaban siguiendo, detuvimos el carro, nos hicieron bajar, policía: “baje del automóvil por favor para realizarle una prueba de alcoholemia”, lo bueno era que en mi ciudad  me habían enseñado a soplar sin soplar para que así no llegaran partículas de alcohol al detector , pasamos por imprevistos, pero para los que estaban en el bosque ya era muy tarde, los tenían en un camión, pero no mire por ningún lado a Isabela, de pronto se fue antes de que llegara la policía. Le dije a Mario que si me podía llevar a mi casa, llegue y mis padres estaban dormidos, entre a mi cuarto, prendí la radio y me quede dormido, al día siguiente no tuvimos clases, por la televisión, me entere que hubo una bomba en la cuadra de la universidad y por precaución, decidieron cerrar las puertas de esta para evitarse inconvenientes, sonó el teléfono, mi madre contesto.
Madre: hijo al teléfono es Isabela.
Conteste y me conto que tuvieron la idea con Mario de reparar la moto con la que me había estrellado, me parecía excelente la idea, ellos ya se habían adelantado, habían pedido partes del chasis, y del motor para poder arreglarla y me dijo que la carrocería la modificaban con una que ella tenía, pero me dije a mi mismo, primero debo aprender a descender derrapando, entonces le pregunte a Isabela.
Yo: cuando comienzo a practicar los derrapes?
Isabel: a las tres esta lista la nueva pista que estamos armando con Mario y unos compañeros, detrás de unas bodegas, mejor dicho paso por ti en la tarde para ir a enseñártela, para que practiques y mires como se hacen los derrapes
Yo: okey, entonces pasas por mí.
Almorcé  y ansioso por saber como corrían, fui a fuera a fumarme un cigarrillo, desde lo lejos me encegueció la luz de un carro, era Isabela, con una copiloto que no sabía quién era, entre al carro, me presento.
Isabel: mira el es el que va a entrenarte, se llama David.
Me saludo con la cabeza, igual yo, cuando llegamos, abrieron una bodega gigantesca, era impresionante, cantidades de competidores, pero eran del equipo de Mario, comenzaron a entrenarme, no era tan bueno en derrapes, me desespere porque cada vez que  iba a logar uno, me resbalaba. Ya de tanto hacer pude lograr uno, ya era muy de noche y estaba cansado de tanto  practicar, me ofrecieron quedarme en el lugar, como  en el segundo piso era la casa de David, me ofreció un cuarto, entre, era sencillo, pero me acomode como pude, al siguiente día, tuve que seguir practicando, logre realizar más de diez   derrapes.
La bodega ya parecía mi segunda casa, me preguntaron que si mis padres se preocuparían de mi si no llego a dormir han, y les respondí: “como siempre no se han de dar cuenta de que no estoy en la casa, se la pasan trabajando sin darse cuenta de lo que hago”.  Así que no me importo volverme a quedar, David ya me había ofrecido quedarme otra vez, y sin pensarlo dije que sí, ya eran las 8 de la noche, de la nada golpearon  la puerta de  la bodega. David me dijo que fuera a abrir la puerta, baje y era Jonathan con sus amigos, entro empujándome, y dijo:
Jonathan: Mario quien va a hacer el próximo que vas a hacer que pierda contra mí.
Mario: no tengo un corredor todavía pero tranquilo que va a estar listo dentro de poco.
Yo no entendía, el campeonato era dentro de dos semanas, se me acerco David y me dijo que antes de las carreras del campeonato, el campeón de la anterior competencia, corre con cualquier grupo de la ciudad, era el destino, me perseguían las carreras, no estaba listo pero le dije: yo voy a hacer el que corra contra Jonathan, en el fondo sonó una risa burlona, y un amigo de Jonathan dijo:
Carlos: tú crees que eres capaz de ganarle?
Yo: yo no creo, estoy más que  seguro de poderle  ganar.
Carlos: bueno si estas tan seguro hagámoslo este fin de semana, en la montaña cañaveral.
Mario me agarro del brazo y me dijo al odio: “no seas tonto, para esa fecha no vas a estar listo para competir en esa carrera”. Me solté de Mario, fui hasta donde Jonathan y mirándolo a los ojos, dije: “acepto”. Después de esa palabra que dije, dieron la espalda y salieron del lugar.
De entreno, en entreno pasaron los días, no iba a la universidad por estar concentrado en la carrera, creo que mis padres ya me han de estar buscando, pero no me dio importancia, estaba concentrado en ganar la carrera.
Al fin llego el día de la carrera, me desperté, era un día soleado, durante el desayuno me preparaba psicológicamente para lograr coger todas las curvas sin ningún error, pasaban las horas, cada vez más nervioso por la competencia, no sabía a lo que me iba a enfrentar, pero estaba decidido lo iba a hacer. Hice un poco de ejercicio en mi cuarto, de repente entro Isabela y dijo: “alístate para subir a la montaña”. Sin darme cuenta sentía algo por ella, pero era muy difícil decírselo, ya que ella tenía un pensamiento diferente, bueno deje pasar el sentimiento, me arregle para la carrera, me inyecte adrenalina para estar listo y competir, baje y estaban todos listos para subir a la montaña. Cuando llegue a ver el tope de esta, vi que era gigantesca, me dejaron en el final de la montaña, desde ahí me toco a mi subir en la moto. Me habían dicho que Jonathan ya estaba en la cima. Llegue. Jonathan solo hizo un gesto de muerte, y se puso el casco, solo fue para intimidarme, tome posición, sonó la salida y arrancamos, tenía la sangre en la cabeza no sabía que hacía, pero me di cuenta que lo hacía bien, tan bien que sabia Jonathan de el talento que tenia, sospechaba algo desde el principio y no le di importancia, claro solo me enfoque en ganar, lo único que recuerdo una luz blanca que me encegueció, ahora lo único en que puedo andar es en mi silla de ruedas. Yo esteban soy un ejemplo de accidentes por competencias callejeras, me arrepiento de lo que hice, pero lo hice, ahora debo acostumbrarme a este cuerpo inútil que me quedo, aunque sea inservible, intentare superarlo.

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